martes, 29 de marzo de 2011

¿Eres un águila?


El águila tiene que pasar por cambios muy dolorosos en su media edad. Este sufrimiento es una decisión solamente suya. O el águila hace cambios significativos en su cuerpo o se torna una presa fácil. Para que nosotros nos apercibamos más de su sufrimiento podemos observar cada fase: Primero el águila pierde sus plumas que es su ropa y su total movilidad, después pierde sus uñas que es su amparo y sustentación, y por último pierde su pico que es su protección y defensa. Por más de un mes el águila sigue sin comer y beber. Se siente muy debilitada y muchas veces se acerca a la muerte. ¿Ya has pensado en quedarte sin ropas, sin comida, sin bebida, sin casa, sin ninguna protección y aceptar todo como algo natural? El águila pasa por todo eso naturalmente en busca de una nueva oportunidad de vivir por más largos años. Su ejemplo de vida es fenomenal. ¿Estás listo a pasarlo también? A veces me pregunto, ¿Por qué tengo que sufrir en mi vida? Estuve pensando que la respuesta a esta pregunta está en otra pregunta. ¿Por qué los seres humanos dotados de varios sentidos y sensibilidades no se aperciben del sufrimiento y de las necesidades de los demás? Muchas veces el sufrimiento ajeno es tan claro a nuestros ojos, ¿y qué hacemos? Pasamos delante de todo sin ningún resentimiento. Creo que la llave del sufrimiento humano está ahí. Aunque sabemos del padecimiento ajeno, no conseguimos medir la intensidad del mismo. Y para nosotros eso es soportable, o cómodo. Sin embargo, cuando pasamos por el mismo sufrimiento de la otra persona, sentimos algo mucho más fuerte. Porque el dolor aún está en nuestros cuerpos, en nuestra memoria, en nuestros sentimientos y en nuestras almas. Y eso nos hace ver la verdadera realidad. Entonces, después de esta reflexión aprendí que el dolor muchas veces es necesario en nuestra vida para el crecimiento y la preparación para vuelos más altos así como los del águila.

* Autor: Maury Santos
* Editora: Yolanda Oliva
* Twitter: @yolinena
* Las fotos han sido sacadas de la web.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Japón, la tierra del sol naciente



Una trinidad: archipiélago, país y nación

Y por que no, la tierra del sol naciente

Desde miles de años una fortaleza

Guerreros, samuráis por vocación

Un pueblo de larga vida milenaria

Han mostrado el poder de curar

Por los cielos han sentido el calor

Por los mares han sentido el frío

Fuerte es el dolor que está contigo

De los muertos, de los desaparecidos

Mas sé que el honor y el amor no han muerto

Sus corazones aunque lloren, laten por vuestras vidas.



Dedicado a todas las víctimas del terremoto y del tsunami de marzo de 2011.
                                                                                          Maury Santos.

* Autor: Maury Santos
* Editora: Yolanda Oliva
* Twitter: @yolinena
* La foto ha sido sacada de la web.