Vivimos siempre buscando algo en común. Pero, no hay una receta para hacerla ni un mapa para hallarla. A veces ella está tan cerca de nosotros y creemos que es imposible tenerla en nuestra vida y dejamos una vez más pasarla. Tenemos que sentirla e intentar verla así como hacen los invidentes. Pues, ellos no ven lo que nuestros ojos ven. Pero, los invidentes ven lo que sienten con sus sentidos. Entonces, se hace necesario usar todos nuestros sentidos para darnos cuenta de su existencia. Para algunas personas ella se hace presente en lugares, en imágenes y en cosas tan simples y de poco valor que ellas la disfrutan de manera muy especial y no se olvidan que su mayor valor es su propia existencia. Para los que piensan que pueden comprar de todo, no se olviden, ella no es algo que se puede comprar. Pues ella es siempre fruto de algo que hacemos pensando en el bien. Su semilla es sensible aunque sea fuerte. Es muy parecida con la semilla de una planta. Hay que ponerla en un bueno suelo, regarla y cuidarla. Su crecimiento, su forma y su cara dependen solamente de nosotros. Aunque ella no sea algo palpable, mismo así, podemos modelarla. Ella no es un objeto, sino un deseo, un estado de ánimo. ¿Su nombre? La felicidad.
* Autor: Maury Santos
* Editora: Graziellen Gelli
* El video y las fotos han sido sacadas de la web.* Editora: Graziellen Gelli
